La mayoría de las personas se han enfrentado a relaciones
violentas en las que la agresividad no era precisamente física, sino verbal. La
agresividad es un modo de comunicación y un modo de comportamiento donde uno
expresa sus sentimientos, necesidades y derechos sin tener en cuenta ni el
respeto por las necesidades, ni los derechos y sentimientos de los demás. A
menudo se empela la fuerza emocional o física para que los derechos de los
demás no se respeten.
Uno de los problemas de la agresividad verbal es que, al
igual que la agresividad física, se transmite. El receptor puede reaccionar con
agresividad o no cuando se siente agredido, pero desde luego ante la conducta
del emisor aumentan las probabilidades des que el receptor responda en el mismo
sentido.
En cualquier caso, las consecuencias de vivir una relación
que se base en una comunicación agresiva son importantes. La comunicación
agresiva genera grandes conflictos, aumenta los niveles de estrés afectando
directamente a la salud.
Las personas que tienden a utilizar un estilo de
comunicación agresivo son sufridores y agentes causales de situaciones de
tensión. A medida que esta tensión aumenta, las relaciones tienden a ser más
conflictivas y se se vuelven mucho más desagradables.
Las personas que son agresivas en la comunicación deberían
desarrollar y trabajar la asertividad, una habilidad que implica expresar las
propias necesidades y derechos pero
teniendo en cuenta el respeto hacia las necesidades y derechos de los demás y
el mantenimiento de la dignidad de las dos partes. Esto da lugar no solo a
relaciones más sanas, sino también una vida más satisfactoria.
Preocuparse por aprender técnicas de comunicación asertiva
es muy útil porque nos permiten trazar fronteras con los demás, lo que procura
una línea de defensa contra cualquier agresividad que manifiesten los otros.
Además, estas técnicas de comunicación asertiva son una forma de comunicación
saludable no solo porque ayudan a evitar el ser agresivo con los demás, sino
que pueden ayudar a evitar el conflicto. Ambos efectos positivos hacen que
valga la pena el esfuerzo de aprender acerca de las técnicas de comunicación
asertiva.
Algunas características de la comunicación asertiva no
agresiva:
- Habla de forma objetiva y con respeto, evitando juicios y etiquetas
- No exageres las cosas
- Sé agradable
- No personalices en el otro
- Hazte responsable de tus sentimientos, son tuyos. De manera que no asumas -y digas- que te sientes de una determinada forma por culpa de la otra persona.
- Consideraciones finales
- Evitar la agresividad en las relaciones nos ayuda sentirnos mejor con los demás y con nosotros mismos.
Pero, ¿Qué pasa sin el agresivo es
el otro? Intentar no responder con agresividad es el primer paso, pedirle de
forma asertiva que modere el tono para hablar de forma civilizada es el
segundo.
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