sábado, 19 de enero de 2013

La paz de ser imperfecto


Genera un alivio enorme asimilar esa gran verdad: nacimos para experimentar la vida... para investigarla... para probar... para arriesgarnos... para elegir ... y a veces equivocarnos. No nacimos para ser perfectos,... nacimos para recorrer un pasillo juntos, cada uno a su estilo, forma y ritmo. Con su historia personal a cuestas. Pero sin poder esquivar los bultos que siempre llegan, con los que hay que cargar largos tramos del camino, y de los que hay que aprender (en lo posible sin descanso).

Pero ya dejemos de buscar perfección en otros o en nosotros. Dejemos de autoexigirnos hacer todo de un modo impecable, sin fallas, sin caídas. Tocará vivirlas, nos gusten o no. Y las veremos en el accionar de otros también.

Para aquel que intenta reflejar una imagen prolijamente correcta, le sugerimos que descanse de tantos mandatos internos reclamando perfección porque AGOTAN, estresan, deprimen, frustran, y quitan el toque humano que por razones obvias debe existir siempre, las fallas que tarde o temprano siempre llegan, los errores que tocará vivirlos alguna vez, y las caídas de las que habrá que levantarse. Porque como siempre decimos: de eso se trata vivir.

Vivamos entonces. Asumamos la imperfección como un elemento basico de nuestras vidas, y viviremos en más armonía.
Patricia Cabrera Sena

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