jueves, 12 de septiembre de 2013

Hablar sobre el suicidio ayuda a prevenirlo


En esta semana que se ha celebrado el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, volvemos a hablar de este tema tabú.



Quien piensa en la posibilidad del suicidio, sí quiere vivir, pero lo que no quiere es seguir sufriendo más ansiedad, desesperanza y depresión.
Infodepresión

CAUSAS DEL SUICIDIO
El suicidio y los comportamientos suicidas generalmente ocurren en personas con:
• Trastorno bipolar
• Trastorno límite de la personalidad
• Depresión
• Dependencia del alcohol y de las drogas
• Esquizofrenia
 

Las personas que intentan suicidarse con frecuencia están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar.
Muchos de los que cometen intento de suicidio están buscando alivio a:
• Sentirse avergonzado, culpable o como una carga para los demás.
• Sentirse como víctima.
• Sentimientos de rechazo, pérdida o soledad.
 

Los comportamientos suicidas pueden ser causados por una situación o hecho que la persona ve como agobiante, tales como:
• El envejecimiento (los ancianos tienen la tasa más alta de suicidio).
• La muerte de un ser querido.
• La dependencia de las drogas o del alcohol.
• Un trauma emocional.
• Enfermedades físicas graves.
• El desempleo o los problemas financieros.


SÍNTOMAS DE UNA PERSONA SUICIDA


A menudo, pero no siempre, una persona puede mostrar ciertos síntomas o comportamientos antes de un intento de suicidio, entre ellos:
• Tener dificultad para concentrarse o pensar claramente.
• Regalar las pertenencias.
• Hablar acerca de marcharse o la necesidad de “dejar todos mis asuntos en orden”.
• Cambio repentino en el comportamiento, sobre todo calma después de un período de ansiedad.
• Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.
• Tener comportamientos autodestructivos, como tomar alcohol en exceso, consumir drogas ilícitas o hacerse cortaduras en el cuerpo.
• Tener dificultad repentina en el colegio o el trabajo.
• Hablar acerca de la muerte o el suicidio o incluso declarar el deseo de hacerse daño.
• Hablar acerca de sentirse desesperado o culpable.
• Cambiar los hábitos de sueño o comidas.


FACTORES DE RIESGO DE SUICIDIO EN ADOLESCENTES
 

• Acceso a armas de fuego.
• Miembro de la familia que cometió suicidio.
• Antecedentes de autoagresión deliberada.
• Antecedentes de abandono o maltrato.
• Vivir en comunidades en donde ha habido brotes recientes de suicidio en personas jóvenes.
• Ruptura sentimental.
La mayoría de los intentos de suicidio no terminan en muerte.
Muchos de estos intentos se llevan a cabo en una forma en que el rescate sea posible.
Estos intentos a menudo representan un grito desesperado en busca de ayuda.
Algunas personas intentan suicidarse de una manera que no sea violenta, como envenenamiento o sobredosis. Los hombres, especialmente los ancianos. Tienen mayor probabilidad de escoger métodos violentos, como dispararse. Como resultado, los intentos de suicidio por parte de ellos tienen mayor probabilidad de consumarse.
Los parientes de personas que intentan o cometen suicidio a menudo se culpan o se enojan mucho y pueden ver el intento o el acto como egoísta.
Sin embargo, las personas que intentan cometer suicidio con frecuencia creen erróneamente que les están haciendo un favor a sus amigos y parientes al irse de este mundo.


PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
 

El hecho de evitar el alcohol y las drogas (diferentes a los medicamentos recetados) puede reducir el riesgo de suicidio.
 

En hogares con niños o adolescentes:
• Almacene todos los medicamentos recetados en una parte alta y bajo llave.
• No guarde alcohol en la casa o manténgalo asegurado bajo llave.
• No guarde armas de fuego en la casa. Si las tiene, guárdelas bajo llave y las balas aparte.
 

Muchas personas que tratan de suicidarse hablan de ello antes de hacer el intento. Algunas veces, simplemente hablar con alguien a quien le importe y que no haga juicios es suficiente para reducir el riesgo de suicidio. Por esta razón, los centros de prevención de suicidio tienen servicios de “línea directa” telefónica.


Información extraída de Teléfono de la Esperanza Weston. Florida.




Con motivo de la celebración mundial, Documentos TV emitió un interesante documental Supervivientes.

Clara, Juan Carlos y Adrià van superando poco a poco el dolor gracias al poder terapéutico que tiene hablar, aunque la palabra suicidio siga asustando y generando rechazo a los que no lo han sufrido. Ellos ya no la maquillan con rodeos como "mi madre murió" o "mi padre falleció del corazón". Han derribado el tabique de tabú y estigma tras el que se escondían y en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio reivindican el diálogo como analgésico para aliviar una herida que nunca cicatrizará del todo.



"Hay toda una teoría en torno al suicidio y el porqué no se debe hablar de ello, pero en realidad es una teoría distorsionada. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja afrontar esta realidad y dejar de ocultarla para poder prevenir estas muertes. Es necesario construir un nuevo discurso, siempre dentro del respeto y de unos límites éticos", explica Juan Carlos.

Las historias de Clara, Adrià, Juan Carlos o Elena. No hablan de la muerte. Son un canto a la vida.

El mundo

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