Cuando tratas de agradar a alguien, haces todo lo posible
para dar una buena impresión, pero también puedes tener hábitos que a la larga
resultan desagradables.
1. Quejarte de todo.
Es común que esto suceda porque te sientas inconforme o por
circunstancias comprensibles, el problema está cuando se vuelve costumbre y
parte de tu día a día. De ser así, todo tendrá un lado negativo que reflejará
tu pesimismo.
Estudios afirma que la manera en percibimos nuestro entorno
puede afectar la salud, incluso, un estudio a cargo de Becca Levy, profesora de
la Universidad de Yale, Estados Unidos, confirma que los más optimistas viven
en promedio siete años más que los pesimistas.
Lo anterior se puede comprender por el hecho de que los
pesimistas son más propensos a desarrollar ciertas enfermedades como la
depresión.
2. Hablar mal de otros.
Este tipo de comportamiento “tóxico” también es una
costumbre desagradable porque atenta contra el bienestar o reputación de los
demás.
Cuando haces críticas destructivas reflejas un estado de
infelicidad y tendencias depresivas, afirman investigadores de la Universidad
Wake Forest, Estados Unidos.
3. Prometer y no cumplir.
Ante la presión, es muy fácil hacer promesas y no
cumplirlas. Es importante evaluar los verdaderos alcances para no cambiar de
opinión y para que el sí signifique un sí.
Incluso ésta es una manera también de mentir, lo cual trae
consecuencias negativas para la salud. Una investigación de la Universidad de
Notre Dame, Estados Unidos, confirma que no decir la verdad genera problemas
como estrés, tristeza, dolor de cabeza y problemas de garganta.
4. Impuntualidad.
Además de considerarse una absoluta falta de respeto,
también es falta de consideración hacia los demás. Ésta es una costumbre que se
ha vuelto común porque siempre hay un buen pretexto.
Sin embargo, aunque
hay circunstancias que no se pueden dominar, lo que revela la impuntualidad es
falta de autocontrol, afirman investigadores de la Universidad Estatal de San
Francisco, Estados Unidos.
5. Justificarte de todo.
El famoso “es que” es una de las conductas que más molestan,
ya que las justificaciones son una manera de obtener algún beneficio y de no
asumir responsabilidades.
Al respecto, Noemí Suriol Puigvert, directora del centro
Lenoarmi en Barcelona, España, asegura que los pretextos generan tensión,
incomodidad y angustia que a la larga perjudica el desarrollo emocional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario