Habrá dos tipos de personas que lean este blog: los que
estén dispuestos a comprender mejor a algunos de sus seres queridos y los que
se vean a sí mismos reflejados en los siguientes hábitos.
La depresión a menudo no se ve, no se identifica o no se
diagnostica. Una persona con depresión encubierta es alguien condicionado a
luchar con sus demonios internos de una forma que no es claramente visible.
Puede estar diagnosticada o no, y puede que las personas más cercanas lo sepan
o no. El problema es que el mundo se vuelve más oscuro cuando todos dejamos de
ser capaces de entendernos entre nosotros. Tendemos a creer que las
dificultades las llevamos clavadas como si fuesen una herida de guerra. No
obstante, muchas de esas heridas no se muestran a las personas que no se toman
el tiempo de observarlas.
1. Hay personas que hacen el esfuerzo intencionado de
aparentar estar bien y parecen muy felices y animadas.
La idea de que todas las personas con depresión tienen una
personalidad temible es falsa. La depresión es mucho más que un estado de
ánimo. Los que viven con depresión han aprendido a modificar su humor de cara a
la galería. Puede que incluso los consideres las personas más felices que
conoces. Las personalidades pueden variar. A menudo, las personas con depresión
tratan de mostrar al público los aspectos optimistas de su conducta,
independientemente de lo que estén sintiendo por dentro. Nadie quiere hundir al
resto, aunque esto suponga ocultar sus sentimientos reales.
2. Suelen tener remedios habituales.
Hay algunas formas serias de tratar la depresión, entre
otras, terapia y medicación. Sin embargo, además de estos remedios, existen
ciertos hábitos de estilo de vida que las personas con depresión utilizan para
combatir su estado de ánimo diario. Puede ser en forma de música, ejercicio,
conducción, paseos o, básicamente, cualquier cosa que sepan que puede hacerles
salir de ese bajón de emociones. La depresión encubierta tiene mucho que ver
con las formas en que la gente trata de conquistar personalmente sus propios
demonios.
3. Puede que sufran problemas de abandono.
Cualquiera que haya tenido depresión entiende la carga que
conlleva. También puede ser una carga para los más cercanos. A veces, cuando te
abres lo suficientemente a alguien como para que vea tus luchas internas, al
final acaba mirando para otro lado. Aunque cuesta culpar a esas personas por
irse, es normal que la persona con depresión se sienta abandonada. Se crea una
necesidad de secretismo, que procede del miedo al rechazo de las personas queridas.
No hay nada más desgarrador que el hecho de que tu capa más fea sea demasiado
fea para alguien a quien quieres.
4. Pueden ser profesionales inventando historias de
tapadera.
Puede ser cualquier cosa, desde cortes en los brazos hasta
el motivo por el que no fueron a la cena. La gente que vive con diferentes
formas de depresión experimenta diversas dificultades que a veces impiden la
normalidad en su vida diaria. En esos casos, saben qué decir para evitar que
los otros dirijan su atención hacia esas muestras de dolor. A menudo, no
quieren reconocer que han llegado a su punto más bajo, por lo que saben cómo
esconderlo.
5. Es probable que tengan problemas para dormir y desórdenes
alimentarios.
Pueden parecer pequeños signos, pero sus efectos son graves.
Los que viven con depresión encubierta a veces sólo dejan que se aprecien las
pequeñas señales. Dormir demasiado o demasiado poco son ejemplos claros. Lo
mismo ocurre con la comida. El sueño y la alimentación son dos elementos
críticos para la salud. También son dos factores que la mente humana puede
intentar controlar. La depresión crea una falta de control agobiante, y ser
capaz de controlar al menos eso puede ser lo único que posea una persona.
Dormir puede ser imposible o puede ser la única vía de escape. Lo mismo pasa
con la alimentación.
6. Puede que entiendan el consumo de sustancias de una forma
diferente.
Las personas que controlan su depresión también saben
controlar lo que se meten en el cuerpo. Saben que el alcohol es un depresor y
que beber por un extenso período de tiempo puede crear un estado mental bajo,
ante el que son más vulnerables que una persona cualquiera. Saben que la
cafeína y el azúcar suben el ánimo. Saben lo que hace la medicación. Saben lo
que no se puede mezclar. Saben todo esto porque alterar su estado mental es más
que una responsabilidad para ellos en comparación con lo que puede ser para
otras personas.
7. Se involucran mucho en la percepción de la vida y la
muerte.
No todo el mundo con depresión ha tenido pensamientos
suicidas. Sin embargo, la depresión a menudo invoca a un único y complejo
proceso de pensamiento sobre la vida en general. Hacer frente a la mortalidad
puede producir momentos de desesperación. Ocurre cuando buscas con ansia
respuestas a todas las cuestiones de la vida. Ser arrastrado por una mentalidad
trágica suele hacer que este tipo de pensamientos sean más frecuentes.
8. A veces tienen talentos únicos y son especialmente
expresivos.
Muchos de los artistas, músicos y líderes más inspiradores y
sobresalientes de este mundo han estado plagados de problemas mentales. Y digo
plagados en una tendencia contradictoria, porque tener una seria profundidad de
emociones puede llevar a una grandeza profunda. La gente que vive con una
depresión invisible al ojo humano suele expresarse de formas increíbles. Están
en contacto con lo bueno y lo malo de su alma. Son capaces de formular e
ilustrar la belleza a través de las sombras de las emociones que poseen.
9. Suelen estar buscando un objetivo.
Todo el mundo quiere un propósito en la vida. Queremos saber
que lo que estamos haciendo merece la pena. Queremos saber que nos movemos en
la buena dirección. Los que sufren una depresión encubierta también lo quieren
y, en cierto modo, intentan satisfacer algo interno que siempre tiene hambre de
más. Los sentimientos de inadecuación y miedo no son extraños para la mente
deprimida. La gente con depresión oculta casi siempre intenta compensar en su
vida las flaquezas de su interior. A menudo cambian de dirección. Puede que se
impliquen demasiado en la búsqueda de la felicidad verdadera. Ansían y buscan
más.
10. Alguna vez se le escapará un sollozo pidiendo ayuda.
Incluso alguien que sabe vivir con la carga de su propia
mente necesita ayuda. Los gritos de una persona de la que no te lo esperas se
pasan fácilmente por alto. No es bueno que la gente conviva sola con la
depresión. En algún momento se abrirán. Y pedirán ayuda. Esos instantes son los
más importantes, porque tienen un poder especial. Son lo que construye un
puente entre las personas que tienen diferentes niveles de emociones y
mentalidades. Son lo que crea cercanía y confianza entre amigos y amantes, lo
cual no siempre es fácil si alguno siente que tiene que camuflar su yo.
11. Buscan amor y aceptación, como todo el mundo.
Proteger al mundo de los demonios personales no se hace por
falsedad. La gente que vive la depresión de forma privada y secreta lo hace por
protección. Por protegerse el corazón. Por proteger a la gente de su alrededor.
Por proteger el éxito de sus sueños. Algunos de los que lean esto pueden haber
sentido una conexión misteriosa con estos hábitos. Independientemente de si has
sido tratado o no de depresión, sabes lo fácil que es sentirse solo. El título
de este artículo hace referencia a las personas con depresión sin descubrir,
pero lo cierto es que la depresión en general no la percibe nuestra naturaleza
humana. Vivimos en un mundo que nos anima a esconder lo oscuro y desagradable.
No tenemos por qué.
El hábito más importante y la motivación de los que tienen
depresión encubierta es la búsqueda de amor y aceptación. Todos lo hacemos. La
única forma de ganarlo es difundirlo. Nunca des la espalda a una persona que
parece estar luchando. Ama cuando sea difícil. Llora cuando lo necesites. Busca
ayuda cuando alguien cierre la puerta. Abre tu corazón, aunque sea aterrador
hacerlo. Si seguimos insistiendo en que lo malo no se vea, lo bueno también
pasará desapercibido.
Este post fue publicado originalmente en la edición
estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por
Marina Velasco Serrano
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