Cuando nos encontramos ante un conflicto o un posible conflicto, tenemos tres formas de abordarlo: de manera agresiva, de manera pasiva y de manera asertiva.
De manera agresiva
Defendiendo su postura de manera hostil, incluso usando la violencia, sin tener en cuenta los derechos de los demás y, generalmente, no haciéndose responsable de las consecuencias que puede generar.
De manera pasiva
Evitando el enfrentamiento dando más importancia a los derechos ajenos que a los de uno mismo, en un intento de obtener aprobación por parte de los demás, callándose lo que siente y piensa.
De manera asertiva
Conociéndose uno mismo, con sus limitaciones y sus virtudes, gestionando sus emociones y las de su alrededor y sabiendo expresar lo que quiere y piensa teniendo en cuenta a los demás.
¿Con cuál te quedas? Normalmente se poseen las tres, aunque salen en determinados contextos. Lo ideal es ser siempre asertivo, aunque cuesta mucho cambiar dependiendo de las creencias limitantes con las que hemos crecido o experiencias que apoyan tu forma de afrontar la situación (por ejemplo, si siempre has reaccionado de manera pasiva pero aquella vez que reaccionaste agresivamente conseguiste lo que quisiste).
He aquí 20 cosas por las que no deberías dar explicaciones, o también llamados derechos asertivos.
DERECHOS ASERTIVOS
- Tienes derecho a sentir y expresar tus propios pensamientos y sentimientos.
- Tienes derecho a decidir qué hacer con tu tiempo, tu cuerpo y tus posesiones mientras no violen los derechos de otras personas.
- Tienes derecho a hacer menos de lo que puedes hacer.
- Tienes derecho a tener tu propia opinión y perspectiva
- Tienes derecho a aislarte y descansar.
- Tienes derecho a cambiar tus emociones, tus pensamientos y tu forma de actuar.
- Tienes derecho a superarte, aun superando a los demás.
- Tienes derecho a tener tus propios objetivos y luchar por ellos.
- Tienes derecho a no dar explicaciones.
- Tienes derecho a elegir responsabilizarte o no, de otros y de sus problemas.
- Tienes derecho a juzgar tus necesidades, establecer tus prioridades y tomar tus propias decisiones.
- Tienes derecho a ser escuchado y tratado con respeto y dignidad.
- Tienes derecho a disfrutar y ser feliz.
- Tienes derecho a cometer errores y a ser imperfecto.
- Tienes derecho a tener éxito.
- Tienes derecho a decir NO sin sentirte culpable.
- Tienes derecho a pedir algo, aun sabiendo que también la otra persona tiene derecho a decir NO.
- Tienes derecho a no saber y preguntar lo que deseas saber.
- Tienes derecho a ser independiente.
- Tienes derecho a realizar cualquier cosa (ajena a la lógica o a la razón), siempre y cuando no vulneres los derechos de los que te rodean.
Pero sobre todo, tienes derecho a no ser asertivo. Que nadie te pise tus derechos. Defiéndelos, ahora ya los sabes.
Si piensas que no tienes derecho a alguna de las cosas anteriores, pregúntate… ¿Qué te hace pensar que no lo mereces?
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