lunes, 9 de febrero de 2015

Aprender a dar una respuesta asertiva


Liderar  tu vida como un auténtico líder consciente implica deshacerte de hábitos tóxicos, como la crítica negativa. 

Desde luego, la crítica constructiva ayuda a mejorar, y eso es algo que todo líder consciente desea. Pero la línea que separa la crítica constructiva de la negativa es tan sumamente fina, que a menudo la traspasamos sin darnos cuenta.

También es común usar la crítica constructiva como pretexto para disfrazar auténticas críticas destructoras. Por ello prefiero usar un término inglés para “despistar”, y así hablar de feedback (que podríamos traducir como retorno) para referirme a crítica constructiva.

Una crítica constructiva es aquella que se realiza con la genuina intención de ayudar a otra persona a mejorar. No tiene intención alguna de hacer ningún daño a otra persona. Si es así (incluso en la más pequeña medida) entonces se trata de una crítica negativa, que constituye un comportamiento tóxico. La crítica negativa logra que todos pierdan. Es una forma muy eficaz de perder amigos y crear distancias con otras personas. Te recomiendo evitarla. La práctica del mindfulness o atención plena es muy recomendable, pues te ayudará a detectar tu intención de criticar, y tomar medidas cuando aún estés a tiempo. Además de librarte de la parte negativa de la crítica, resulta esencial promover la parte buena, es decir, la crítica constructiva o feedback. Es la forma de ayudar a otras personas a mejorar, siempre de corazón y con las más buenas y sinceras intenciones. 

El intercambio de feedback  representa un intercambio de energía en un equipo o colectivo humano, que permite que todos se mantengan en continua mejora, sin hacer daño a los demás.

A la hora de dar feedback, te recomiendo dos técnicas muy poderosas, que explico en el libro Atrévete a ser un líder

  • La técnica PPM. Primero, debo aclararte que, donde digo P, quiero decir algo positivo, y donde digo M me refiero a algo a mejorar. Como puedes apreciar, no hay ninguna N, así que no hablo de nada negativo. Si hubiera alguna N, estaríamos hablando de crítica negativa, y no constructiva. Por tanto, PPM significa que comienzas por decir dos cosas positivas a la otra persona, y sobre esa base tan dulce, dejas caer algo a mejorar. Esa M tiene grandes posibilidades de ser bien recibida, por el hecho de haber comenzado por lo positivo, que siembra una buena base.
  • La técnica PMP. Se trata de hacerte un bocadillo de M entre dos rebanadas de P. Comienzas por algo positivo, dejando la base ideal para dejar caer algo a mejorar. Finalmente, cierras con algo positivo, logrando dejar un buen sabor de boca. Es importante recordar que, al exponer aquello que propones mejorar, se trata de una sugerencia. ¡No lo exijas! Por ejemplo, si dijeras a otra persona: “El viaje ha sido genial. Si lo quieres hacer perfecto, la próxima vez yo dejaría más tiempo para el almuerzo. Pero, lo dicho, ha sido un viaje genial y todos hemos disfrutado mucho, ¡gracias!”, estarías utilizando la técnica PMP. 

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