lunes, 4 de abril de 2016

¿Cómo dejar de ser perseguidor, víctima o salvador? (Segunda parte)


Hace unas semanas, introdujimos el tema de los tres papeles psicológicos que desempeñamos en nuestras relaciones: Perseguidor, Víctima o Salvador.

Para salir del llamado triángulo dramático y relacionarte desde el triángulo del ganador, o de la comunicación positiva, necesitas desarrollar una serie de habilidades específicas, que ya apunté en el post anterior. Vamos a verlas con más detalle.

Si te reconoces en el papel de Víctima...
Necesitas desarrollar la habilidad de resolver problemas por ti misma. Para ello...
  • Activa tu parte Adulta para analizar la situación y buscar posibles soluciones. Si dentro de esas posibles soluciones está el buscar ayuda externa, hazlo, pero...
  • No deposites la responsabilidad de tu vida en el otro. Te toca aprender a aceptar que la responsabilidad de tu vida es tuya al 100%, para lo bueno y para lo malo.
  • Deja de quejarte y toma las riendas de tu vida. Si tú no lo haces, ¿por qué debería hacerlo otra persona?

Cosas que puedes hacer sin ayuda terapéutica (autoayuda):
  1. ​Aprende resolución de problemas (definir el problema, generar alternativas, evaluar y seleccionar alternativas, implementar soluciones)
  2. Lluvia de ideas. Ante un problema o conflicto, haz una lluvia de ideas sin censurar nada de lo que se te ocurra, y luego evalúalas desde tu parte Adulta. 
  3. Atiende también a tus sentimientos. ¿Qué siento en esta situación? ¿Qué me está diciendo este sentimiento?

Si te reconoces en el papel de Salvador...
Necesitas desarrollar la habilidad de escuchar al otro. Para ello...
  • Aprende a respetar la capacidad del otro de resolver sus propios problemas y satisfacer sus propias necesidades, así como de pedir lo que necesite sin que tú te adelantes. No te responsabilices de la vida de los demás, no te adelantes a no ser que te lo pidan. 
  • Contacta con tus propias necesidades y sentimientos y ofrece ayuda solo si deseas ayudar genuinamente. Si no deseas estar disponible, declina sin sentirte culpable.
  • La manera más segura de ayudar al otro sin rescatarlo es escuchándolo. 

Cosas que puedes hacer sin ayuda terapéutica (autoayuda):
  1. ​Aprende escucha activa. De forma muy resumida, cuando hago escucha activa escucho lo que dice el otro con atención plena, sin juzgarlo ni evaluarlo, y luego le devuelvo lo que ha dicho usando con mis propias palabras y también lo que creo que esta sintiendo. Es una forma de escucha que promueve la autonomía del otro, algo que necesita la Víctima con la que se relaciona el Salvador. 
  2. Invita al otro a iniciar un proceso de resolución de problemas (ver sección anterior).
  3. Ofrece ayuda específica siempre y cuando quieras hacerlo, atendiendo en primer lugar a tus necesidades.

Si te reconoces en el papel de Perseguidor...
Necesitas desarrollar la asertividad. Para ello...
  • Pide lo que necesitas. 
  • Di que "no" a lo que no quieres.
  • Expresa aquello que te está causando un problema en la relación con el otro: explícale de qué manera específica interfiere su comportamiento en la satisfacción de tus necesidades, y dile qué cambio quieres que haga (qué quieres que haga diferente). No esperes a que el otro lea tu mente.
  • Negocia con el otro un plan en el que ambos ganéis y ninguno pierda. Si el otro no está dispuesto a hacer los cambios necesarios, busca la manera de satisfacer tus necesidades. 

En resumen...

Dejas de ser Víctima cuando...

  • ​Usas tu parte Adulta para analizar la información y resolver problemas.
  • Atiendes también a tus sentimientos para resolver problemas.

Dejas de ser Salvador cuando...

  • No te haces cargo de algo a menos que quieras y te lo pidan.
  • No haces más de lo que te corresponde.
  • No haces lo que no quieres hacer.

Dejas de ser Perseguidor cuando...

  • Preguntas lo que el otro quiere.
  • Negocias con el otro.
  • Dejas de castigar al otro.
  • Buscas la manera de satisfacer tus necesidades.


¿Qué necesitas cambiar tú?

MAMÁ OM

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