Muchas veces soy muy dura conmigo misma y me comparo
incansablemente con otras personas, sin importar cuantas veces lea o escuche
que tan buena o amable soy.
Casi siempre, busco meticulosamente evidencia de que no soy
nadie, que no me merezco ser querida, o que no estoy viviendo al 100%.
Generalmente hay mucha presión en nuestra cultura por “ser del montón”.
Sentimos como si hubiera algún problema con nosotros si, por ejemplo, seguimos
solteros a cierta edad, no ganamos cierta cantidad de dinero, no tenemos un
círculo social muy amplio o no actuamos de cierta manera frente a los demás. La
podría seguir y nunca terminar.
Muchas veces en medio de toda la presión, olvido
completamente todas las cosas extraordinarias y únicas que tengo.
Me quedo estancada con ese pensamiento y me permito acabar con mi
autoestima hasta que me odio tanto que llego al punto de hacer cualquier cosa
menos comerme un helado, ver televisión y dormir.
El otro día, mientras peleaba conmigo misma por algo que ni
siquiera puedo recordar en el momento, leí un comentario de uno de los lectores
de mi blog diciéndome que una de mis publicaciones, literalmente lo desveló.
Literalmente. Y si esta simple palabra fuese usada en el contexto propuesto,
esta persona básicamente me estaba haciendo saber que esta publicación le salvó
la vida.
Me llegan comentarios como este muy seguido, los cuales
siempre me hacen darme cuenta de lo mucho que valgo, sin importar las oposiciones
que tenga en mi cabeza.
Un comentario como este también me hizo abrir los ojos para
ver todas las cosas que me causan conflicto que no tienen sentido – algo como
si me veo o no como una modelo de Victoria’s Secret en mi vestido de baño, o si
debo parar de sonreír porque mis dientes no son completamente blancos, o si el
agujero de nuestra camisa es para ponerse a llorar.
Últimamente he tratado de dejar de sentirme mal cuando creo
que no sirvo para nada o pienso que no valgo nada. Y muchas veces hago que
estos pensamientos me ganen, pero está bien porque soy una persona.
Mientras mi camino de quererme a mi misma sigue en pie, aquí
hay algunas cosas que trato de recordar cuando estoy tentada a ser dura conmigo
misma:
1. LAS PERSONAS CON LAS QUE TE COMPARAS TAMBIÉN SE COMPARAN
CON OTRAS PERSONAS.
Todos nos comparamos con otras personas, y te puedo asegurar
que la gente que parece tenerlo todo no lo tiene.
Cuando miras a los otros con ojos de compasión y compresión
más que con ojos de juicio y celos, es más fácil verlos por lo que realmente
son – seres humanos. Son hermosos seres humanos imperfectos pasando por las
mismas dificultades que pasamos todos.
2. LA MENTE PUEDE SER UNA MENTIRA MUY CONVINCENTE.
Alguna vez leí una frase que decía “No creas en todo lo que
piensas”. Esta frase alteró completamente la manera en que reacciono cuando un
pensamiento cruel y desalentador se pasa por mi mente. Los pensamientos son
solo eso, pensamientos, y no es emocionalmente saludable darle tanto poder e
importancia a los negativos.
3. HAY MÁS COSAS BUENAS DE TI QUE COSAS MALAS.
Este recordatorio poderoso está inspirado por una de mis
frases favoritas de Jon Kabat-Zinn: “Hasta el momento que dejes de respirar,
hay más cosas buenas de ti que cosas malas.”
Como alguien que muchas veces tiende a exagerar todos los
defectos que me encuentro, esto me ayuda a recordar que también hay muchas
cosas de mi que me gustan – como el hecho de que estoy viva y respirando y con
la capacidad de trazarme nuevas metas cuando lo quiera hacer.
4. NECESITAS MÁS AMOR CUANDO SIENTES QUE NO LO MERECES.
Esta es una epifanía reciente que saqué, aunque sé que la
han dicho varias veces.
Creo que es más difícil aceptar amor o comprensión por parte
de los demás cuando estoy en un estado de rabia, vergüenza, ansiedad o
depresión. Pero aceptar la realidad realmente me ayudo a cambiar mi perspectiva
y me hizo darme cuenta que amor es lo mejor que puedo recibir en momentos como
esos.
5. DEBES ACEPTAR POR COMPLETO Y HACER LAS PACES CON EL AHORA
PARA PODER SEGUIR Y SENTIRTE CÓMODO CON EL DESPUÉS.
Algo que he aprendido de hacer cambios y lograr llegar al
siguiente escalón es que no te puedes sentir completamente satisfecho respecto
a lo que sigue hasta no aceptar, entender y apreciar donde estas ahora.
Aprovecha y siéntete bien con el lugar donde estás ahora, y
tu camino hacia algo nuevo se sentirá mucho más tranquilo, gratificante y
satisfactorio.
6. ENFÓCATE EN PROGRESAR MÁS QUE EN PERFECCIONAR Y EN LO LEJOS QUE HAS LLEGADO MÁS QUE EN CUÁNTO TE FALTA PARA LOGRARLO.
Una de las mayores causas de odio a sí mismo es estar
empecinado en la necesidad de “hacerlo bien”. Nos esforzamos mucho por lograr
la perfección y el éxito y cuando no es así, no sentimos inferiores e inútiles.
Lo que no logramos darnos cuenta es que esforzarnos para llegar al éxito y
ponernos a nosotros mismos en el ruedo es un gran paso, sin importar cuantas
veces fallemos.
En vez de ser duros con nosotros mismos por hacer algo mal y
caernos, debemos tratar de pararnos y seguir, para poder progresar y llegaR tan lejos como podamos.
7. NO PUEDES ODIAR LA MANERA EN LA QUE LLEGARÁS A QUERERTE.
Recordarte a ti mismo que tan fracasado eres no te hará más
exitoso. Recordarte que no estás viviendo al 100% no te hará lograr hacerlo.
Recordarte lo inútil y despreciado que eres no te hará sentir más útil o
querido.
Yo sé que suena aburrido, pero la única manera de lograr
subir tu autoestima es queriéndote a ti mismo – sin importar quién eres y en
qué lugar ests, aunque sepas qu´´e quieres cambiar.
Tú eres más que suficiente tal cual eres. Y la autoestima
será más fácil de lograr cada vez que te lo recuerdes.
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